Somos una pareja de artistas, Karmen y Fernando. Ambos nos dedicamos al circo y al teatro. Justo en el momento en que aparece la pandemia mundial a causa del Covid-19 nosotros estábamos ultimando los detalles para abrir una tienda y escuela de circo y teatro en Mataró, pero todo quedó paralizado con el confinamiento.

Al habernos cancelado todos los espectáculos tuvimos que buscar  un trabajo diferente al de nuestra profesión.

Nos pusimos a trabajar en una residencia (Karmen) y de repartidor (Fernando). Estando en la residencia geriátrica nos dimos cuenta de las carencias afectivas y emocionales que sufrían los residentes a causa del aislamiento, y se nos ocurrió organizar una visita teatralizada en la que nos reímos, cantamos y compartimos momentos únicos. Fue una experiencia indescriptible.

Decidimos hacer estas visitas con más asiduidad y fundar la Asociación sin ánimo de lucro La Forzuda para poder organizar visitas teatralizadas a residencias geriátricas.

De una forma u otra hemos estado vinculados al mundo de la hostelería, entonces se nos ocurrió abrir una pizzería donde además ofrecemos espectáculos de teatro y circo y financiar así nuestra asociación.